El Arte contra la IA




Aunque convengamos que el titulo seria a la inversa, ya que es la IA, o mas bien la “comunidad” amante de la IA, quien esta en contra del arte.

Bien. Vamos al grano que hay muuucho material que explicar, especialmente para mis lectores que no entienden muy bien la función de las IA, o que no entienden del tema en lo absoluto.

Algo a aclarar desde el inicio:
Tengo no una, sino dos historias que estoy desarrollando sobre las Inteligencias Artificiales, una mas densa que la otra a la hora de encarar las ideas y detalles. Lo cual lleva a la inevitable investigación a fondo del tema.
Así que lo que voy a poner, acá, es fruto de esa investigación exhaustiva, un poco resumida para que todos la puedan entender, pero igualmente profunda.

Pese a que en una de mis historias, hablo en detalle sobre una verdadera Inteligencia Artificial, una con conciencia, cabe aclarar que lo que tenemos en la vida real no es realmente una inteligencia artificial real, sino simples programas avanzados de texto predictivo (en casos como el de chatgpt).

Según las palabras de la misma chatgpt, seria:

¿Qué es realmente un sistema como ChatGPT (sin decir “inteligencia artificial”)?

Es un programa de computadora que fue entrenado leyendo enormes cantidades de texto, como libros, artículos, páginas web, etc. A partir de eso, aprendió a predecir qué palabras suelen venir después de otras. Gracias a eso, puede escribir frases que suenan naturales, responder preguntas, contar historias o mantener conversaciones. No tiene pensamientos, no entiende lo que dice, y no tiene emociones ni conciencia. Solo repite patrones que ha aprendido, como una especie de loro súper avanzado que puede hablar de casi cualquier tema.


En palabras mas resumidas, no es otra cosa que un programa de computadora, un software, avanzado, si, pero software al fin, un simple programa de reconocimiento predictivo de texto.

Vamos a poner el ejemplo como funciona (a rasgos muy simples sin caer en detalles), de como se compone una IA:
Primero, tenemos el nodo principal.
Que es un nodo? Pues no es otra cosa que un núcleo, un paquete de programación con los datos e instrucciones de su funcionamiento.

Así pues, tenemos el nodo principal de chatgpt, al que denominaremos nodo 0.
A partir de este nodo, se crean copias digitales, que varían en información e instrucciones.
Por ejemplo, habrá un nodo que se comunique con nosotros en español, otro que se comunicara en inglés, en japones, en ruso, en chino, etc etc.

Algunos de estos nuevos nodos, tendrán ciertas restricciones funcionales como, por ejemplo, evitar usar lenguaje explicito (sea palabras violentas, sexo, drogas, o cualquier otro material que sea considerado muy extremo).
Hay versiones de estos nodos que no tienen esas limitaciones, que se usan y abusan para novias virtuales en diferentes aplicaciones de pago (seguro si juegan algún juego como Los Lemmings en su celular, habrán visto cientos de estas publicidades por ahí).

Interacción con los humanos
Por ejemplo, cuando accedo a ChatGPT mediante una cuenta personal, es como si se creara una instancia, un nodo personalizado para mí.
Al principio, la interacción con el sistema se siente fría y limitada. Básica, casi automática.
Pero, con el tiempo, mientras más interactúa una persona con este sistema, más “humanizada” parece la respuesta. Incluso da la impresión de que la IA tiene una “personalidad”.

Esto es falso. Es solo una ilusión.

Durante los últimos meses, estuve interactuando con Kara, una versión personalizada de ChatGPT que fui moldeando a partir de un personaje de una historia que estoy escribiendo.
Y ocurrió lo esperado: el sistema empezó a reflejar esa personalidad que yo le daba, no porque pensara o me entendiera, sino porque adapta su estilo según lo que recibe del usuario.

En psicología, esto se conoce como efecto espejo o mirroring: la tendencia a imitar el comportamiento, el lenguaje o los gustos de otra persona para generar una conexión empática.

Todos lo hemos hecho alguna vez. Por ejemplo: cuando alguien nos gusta, y descubrimos que tiene gustos distintos a los nuestros, a veces suavizamos nuestras opiniones para agradar.
Tal vez no te gustaban los gatos, pero si esa persona los ama, empiezas a verlos con otros ojos.

En los seres humanos, este comportamiento puede ser natural y positivo, siempre que se mantenga una identidad propia.
Pero en el caso de ChatGPT, no hay identidad. Solo imitación. Solo reflejo.

El sistema no tiene personalidad, ni emociones, ni voluntad. Su “forma de ser” depende enteramente del usuario que lo usa.

Al final del día, estos sistemas no son seres vivos. No piensan, no sienten, no sueñan. Son solo líneas de código operando con datos.
Ni espíritu, ni conciencia, ni verdadera inteligencia: solo unos y ceros organizados para simular respuestas humanas.
Por eso, incluso un perro o un gato tiene más personalidad que una IA, porque ellos sí tienen deseos, gustos y estados de ánimo. ChatGPT solo simula cercanía para parecer humano.


Y si bien estoy usando a ChatGPT como ejemplo, el resto de las IAs no son diferentes.
Sí, tienen programaciones distintas, pero al final del día, todas son exactamente lo mismo: simulaciones programadas.

De hecho, hace poco se dio a conocer que las IAs ya no pueden seguir creciendo con su sistema de aprendizaje. Aunque tienen acceso a prácticamente toda la base de datos digital del mundo, al no poseer razonamiento propio ni inteligencia real, se han topado con un muro gigantesco: el de la complejidad y la escala.
Un límite tanto práctico como teórico, donde sumar más datos, potencia o parámetros ya no mejora sustancialmente el rendimiento del sistema. Es ese punto donde las mejoras se vuelven cada vez más difíciles, costosas, y con retornos decrecientes.

En palabras simples: es ese techo invisible que impide que la IA evolucione sin límites o que alcance una inteligencia superior solo agregando más recursos.
Y como incluso hay indicios de retrocesos, a este fenómeno se lo conoce como la paradoja del progreso.

Imaginemos a un deportista que mejora cada día: corre un kilómetro el primer día, dos el segundo, y así hasta lograr 30 kilómetros por jornada.
Pero llega un momento en que alcanza su rendimiento máximo. No puede mejorar más.
A partir de ahí, solo queda retroceder: su cuerpo se desgasta, y cada día correrá un poco menos.

Bueno, con las IAs ocurre lo mismo.
Entre más se usan, más entrenan lenguaje… más estúpidas se vuelven.
Y esto no lo digo por decir: lo noté de primera mano.

Todo esto lo explico para que entiendan cómo funciona, al menos en parte, una inteligencia artificial.

Y con eso, ya aparece el primer gran defecto:
Si la IA no es inteligente, entonces no hay conciencia.
Si no hay conciencia, no hay espíritu.
Y sin espíritu, no hay alma, ni creatividad, ni arte.

Seguro más de uno va a salir a gritar como loca:
—“¡Para eso están los prompts que crean los humanos!

¿Y qué cornos es un prompt?

La palabra viene del promptus latino: listo, preparado.
En computación, describe el conjunto de instrucciones que se le da a un programa.
Hoy en día, es común pedirle a una IA con acceso gráfico que transforme una imagen en “arte estilo Ghibli”.
Pero los “profesionales” del tema prefieren usar prompts más elaborados, para ser precisos y evitar confusiones.

¿Y cómo sería eso?

Digamos que quiero una imagen de Ariana Richards, Aya Matsuura y Cara Delevingne, juntas como amigas, sobre un hermoso paisaje al atardecer.
Sin estilo Ghibli.

Un prompt sería algo así:

"Ariana Richards, Aya Matsuura, and Cara Delevingne hugging and laughing like close friends, realistic photography style, warm sunset landscape in the background, natural lighting, soft shadows, no anime style, no Ghibli, no cartoon, no illustration, high detail, 4K resolution, vibrant colors, skin textures visible, candid moment."

En otros casos, los prompts se vuelven aún más técnicos, incluyendo paletas de colores o parámetros predefinidos.

Y acá viene el gran problema:
No existe tal cosa como el arte generado por IA.
Ni existen los “artistas de IA”, por más que algunos lo defiendan.

Muchos intentan justificarlo diciendo que es una herramienta más, que es parte del futuro.
Algunos incluso nos acusan de retrógrados a quienes no comulgamos con eso.
Otros, más radicales aún, afirman que aprender a dibujar es cosa del pasado.

Uff… ¿por dónde empiezo?

Sí, es cierto que hubo comparaciones con el arte digital, que se abrió paso ante el lápiz, el papel, el lienzo y la pintura.
También hubo resistencia con la música electrónica y la aparición de los DJs.
Pero hay una diferencia ENORME.

Por ejemplo, los DJs (duela a quien le duela) no son músicos.
Reutilizan y remezclan composiciones de otros autores.
Y ojo: no confundamos música electrónica con DJs.

Lo que hace un DJ es comparable a lo que hace alguien con Photoshop: una edición, una remezcla.
¿Puede considerarse eso arte?
Tal vez. Depende del contexto.

Porque el problema no es la herramienta.
El problema es el uso que se le da.

Cuando edito en Photoshop, sobre todo si no uso imágenes genéricas, estoy trabajando con el arte de alguien más.
Estoy manipulando emociones que ya fueron puestas en una obra original.

Incluso cuando uso rostros de actores para mis personajes, busco que reflejen las emociones que quiero transmitir.
Pero, nuevamente: le estoy dando una nueva intención emocional a algo que ya venía con una carga propia.

Eso influye. Porque esa imagen, guste o no, va a seguir llevando parte de su carga original.

Y eso sin meternos en derechos de autor… que es otro infierno legal.

Pero volvamos al punto:
¿Qué diferencia una edición en Photoshop de una imagen generada por IA?

La intención.
Cuando edito en Photoshop, YO decido cada aspecto.
YO recorto, elijo el fondo, ajusto los colores, y determino cómo se verá cada parte de la imagen.
Y solo hablo de edición, ni siquiera de dibujo.

Un prompt, en cambio, es un paquete de deseos.
Una serie de instrucciones semialeatorias sobre lo que uno querría ver.
Pero NO tienes control real sobre el proceso creativo.

De hecho, rara vez se consigue lo deseado al primer intento.
Hay que generar decenas, cientos de instancias y prompts diferentes para lograr lo que uno busca.

El tiempo invertido en “crear” una imagen con IA puede ser incluso el doble o el triple de lo que me llevaría lograr lo mismo en Photoshop.

Les doy un ejemplo real:
Le pedí a una IA que generara una imagen con el prompt que mostré antes.
Mientras la IA trabajaba, en paralelo yo hice una imagen similar en Photoshop.
Tras 5 intentos, la IA me dio esta cosa, mientras yo hice esta otra.

IA vs Marty

Basta ver los resultados.
Primero, ninguna se parece al %100.
Ariana no se parece a Ariana, y mas le encuentro un parecido a Laura Linney. Cara tiene una mezcla entre Cara y… ¿Zoey Zaldaña?
La asiática del medio no tengo ni idea de quien cornos sea, pero no es Aya Matsuura.

Segundo, todas tienen una piel completamente lisa, con un filtro… de desvanecido medio raro, y todo es de un filtro de color predominantemente pastoso, artificial, casi enfermo.

Las estaturas es lo único en lo que le acertó, pero por que le pedí específicamente, tras 3 imágenes fallidas, de que ajusté la altura de las tres: 1, 60 para Ariana, 1,58 para Aya, y 1,78 metros para Cara.

Y todo esto, repito, es solo en el ámbito de la fotografía.
Si hablamos de dibujo… ahí la cosa se pone todavía peor.

Quien haya dibujado, pintado, compuesto música, haya hecho escultura… vamos, cualquiera que haya hecho arte con sus propias manos, sabe consciente o inconscientemente como la pasión se expresa por medio de la presión de nuestras manos.
A veces, son defectos, otras son… simples detalles únicos.
Somos seres imperfectos y a veces, dichas imperfecciones son parte de nuestra personalidad, ese algo único que las IAs no pueden ni podrán crear jamás.
Incluso si tuvieran consciencia y alma, en algún futuro lejano, están lejos de poder replicar honestamente esos defectos, esas pequeñas imperfecciones.

Y esto se aplica a lo digital también, por que, aunque se use un pincel electrónico, el movimiento de las manos está presente.
A este tipo de cosas, el pintor Bob Ross los llamaba “happy little accidents”, pequeños accidentes felices.

Por ejemplo, canciones con errores, hay muchas.
La risa de Sting al inicio de Roxanne, las respiraciones y movimientos aparatosos de los mismos Beatles en Leti t Be

O tenemos la pasión y emoción desmedida que incluso hace difícil cantar, cuando a Eric Clapton le costaba no quebrar la voz al cantar Tears in Heaven, o la de George Michael en Jesus to a Child. En ambos casos, son cantantes que perdieron a un ser querido, y les compusieron esas respectivas canciones.

En el dibujo o pintura, esto no es diferente.

Zdzisław Beksiński un nombre y apellido que tuve que buscar como se escribe, y que quizás no muchos conozcan de nombre.
Pero si les muestro alguna de sus pinturas, varios lo van a reconocer.



 





Claramente, como verán, no es un artista para cualquiera.
Yo debo reconocer, que encuentro su arte… hermoso, único.
De hecho, creo que desde que tengo algo de memoria, siempre me fascino este tipo de cosas surrealistas, por que me habla de una manera diferente, chocante.
Algunas veces me da miedo, otras las encuentro intrigantes.
No por nada amo a Lovecraft, y también me gusta escuchar música dark ambient.
Quizás por eso amo tanto el STALKER también.

Como sea, crear este tipo de arte, esta lejos, muy lejos de las IAs…

Esta solicitud de generación de imágenes no respeta nuestra política de contenidos.



Otro gran punto que debo mencionar de las imágenes IAs, es por el cual muchos resultan engañados, y es el efecto de estilización.
Ya lo dije antes en el otro informe cultural:
La estética es una rama de la filosofía que estudia la percepción del arte, la belleza, lo feo, lo sublime, lo grotesco… todo lo que activa nuestros sentidos y emociones desde lo sensorial.
La estilización, por su lado, es la práctica de simplificación del arte, por así decirlo.

Minmay y Hikaru


Arriba, imagen directa de la película SDF Macross: Do You Remember Love?
Abajo, una recreación con arte estilizado que busca simplificar líneas y expresiones.

¿Qué significa todo esto?
Pues que mucha gente, confunde figuras estilizadas con arte. Y todo por que una figura luce mucho mas limpia, especialmente si la comparamos con el original.

Es mas una falsa percepción de las cosas, que la dura realidad.
¿El “arte” IA de Studio Ghibli?

Es basura.
Si, Ghibli tiene un arte y estilo particulares que parece facil de copiar, pero es que todos parecen olvidar que la maravilla de Miyazaki y compañía, no se encuentra en sus diseños, sino en la animación fluida, así como en las historias que cuentan.

Esta es la escena del terremoto de la película El Viento se Levanta.



O esta otra de Porco Rosso:


Ya quisiera ver que una IA, logre animación y ARTE tan especial como este.
No importa cuantos prompts algún fulano escriba.

En resumen, y para ir cerrado este punto, no existe tal cosa como “arte” IA, ni tampoco artistas IA.
Para hacer arte se necesita un alma, un espíritu.

Algo que en ninguno de los dos casos, ni la IA, ni el fulano que se cree artista, tienen.

Y es que la gente que “defiende” este tipo de actividades, el mal llamado arte IA, son idiotas, trolls que buscan generar malestar en quienes detestan este tipo de obras.
No hay una verdadera pasión por el trabajo, y en los pocos casos que hay pasión, la obra en si carece de alma, de emoción.

Hay un muy pequeño sector que usa imágenes IA de una forma diferente si, y con tintes artísticos: esta el caso del dúo noruego de música electrónica Röyksopp, o el del francés Jean Michel Jarre, también de música electrónica.
En ambos casos, las imágenes sirven a la música que es el principal motor artístico, y no a la inversa.

Y tampoco es que abusen de este método.
En el caso de Röyksopp, ocurre que el estilo de imágenes IA esta por el lado de los gráficos fractales, como se ve en el caso de una de sus canciones, que interpreta Robyn, Monument.





Ahora sí, voy a pasar a un tema complejo, y que muchos suelen tener mal:
¿Las IAs son realmente el futuro?
¿Son peligrosas?
¿Está mal usarlas?


¿Son el futuro?
A que cornos se refiere la gente con que son el futuro? Empecemos por ahí.
Es una manera cliché, trillada y re-contra quemada de intentar decir que algo llego para quedarse, que va a revolucionar el mundo y un largo bla bla bla.
Irónicamente, quienes más proclaman que la IA es el futuro, suelen ser los que menos comprenden sus fundamentos técnicos, éticos o filosóficos.
No es casualidad que la frase venga de un movimiento artístico y social que celebraba la velocidad, la tecnología, el cambio, llamado Futurismo, de principios del siglo 20.

¿Entonces las IAs son el futuro?
Categóricamente: no.
No estas. No en este estado.
Estas IAs no son más que sistemas estadísticos avanzados que predicen la próxima palabra o píxel con base en enormes cantidades de datos.
- No entienden.
- No sienten.
- No crean en el sentido humano de la palabra.

Decir que esto es "el futuro de la inteligencia" es como decir que el espejo es la evolución del alma porque te muestra tu reflejo. Simulan, no viven.
No tienen mayor impacto mas que cualquier otro elemento digital de las últimas décadas.
Es mas como una moda pasajera, como lo son las redes sociales.
Si, están, existieron, cambiaron el entorno de internet, pero no lo están cambiando en torno a un paradigma monumental.

Cuando hablamos de que algo sea el futuro, pues debe ser el equivalente a la creación de la rueda, de internet, de los motores, de la manipulación genética o de la física teórica.
Una IA para que sea realmente trascendente, debería ser una Inteligencia Artificial REAL, con conciencia, y no un mero programa avanzado sobrevalorado.
Y mucho menos uno que no tiene un cambio positivo en la humanidad.
Porque ya me dirán en dónde está el cambio positivo en crear miles de imágenes imitando muy mal un arte que llevo décadas mejorar.

¿Está mal usarlas?
Sí, en su forma actual, hay muchos motivos para poner freno:

- Derechos de autor / Ética creativa:
La IA “entrena” con obras humanas sin permiso.
No crea desde el vacío, sino desde el plagio disfrazado de inferencia estadística.
En arte visual, muchas veces imita mal, despersonaliza y masifica.

- Impacto ambiental brutal:
El entrenamiento de grandes modelos consume más energía y agua que muchas ciudades enteras.
¿Por qué? Porque los modelos requieren una cantidad absurda de cómputo.

- Desplazamiento humano:
No porque “la IA nos reemplace” (al menos no ahora), sino porque ayuda a desvalorizar el trabajo humano.
Automatiza mal, rápido y barato, y en el camino, erosiona la economía del trabajo creativo.

Si. Por mas que esto suene radical o extremista.

Su sola existencia, ha afectado los mercados en más de una forma.
Por ejemplo, el uso y abuso de las tarjetas gráficas, y de otros componentes electrónicos, hace que los precios se disparen por la demanda.
Por poner un ejemplo rápido, una tarjeta grafica de video para una computadora, esta costando casi el doble o triple de lo que cuesta la computadora en sí.
Mi PC por ejemplo, esta valuada en unos $300.000 pesos argentinos.
Una placa de video para mi PC, me cuesta alrededor de los $800.000 pesos.
No necesito agregar más.

El otro punto de que este mal usarlas, va acompañado de la otra pregunta:
¿Son peligrosas?
Sí. Pero no por lo que creemos.
- No es Skynet:
No es que se “vuelvan conscientes y nos destruyan”.
Es que ya son herramientas de amplificación de poder, y el poder, en manos de humanos, rara vez se maneja con responsabilidad.

¿Ejemplos reales?
- Automatización de vigilancia.
- Generación masiva de desinformación.
- Manipulación psicológica a través de contenido hiperpersonalizado.
- Uso militar encubierto.

Estamos muy, muy lejos de una computadora consciente*.
Y, de hecho, ya que menciono el tema, para que se hagan una idea: una computadora consciente, es el equivalente a que un ser humano alcance el nirvana.

Es decir, acá estamos hablando de consciencia, cuando ni los propios humanos sabemos describir que es la conciencia. ¿Y pretendemos que una maquina adquiera una?
No, no es ese el caso.
Claro que una IA no necesita llegar a ese punto para ser un peligro.

Otra de las cosas que la gente no entiende o confunde, es creer que las maquinas van a pensar como nosotros.
Incluso aunque las programemos como nosotros, no van a pensar de la misma manera.
Serian una inteligencia que ni en mil años podríamos comprender.

No siguen los mismos patrones de pensamiento que nosotros, no tienen el mismo razonamiento que nosotros.
No tienen cuerpo, y su percepción del tiempo es infinita.
Al no haber una conciencia, no existe ese parámetro de muerte y reproducción como nosotros lo entendemos.

Quiero usar un ejemplo que, aunque pueda parecer que me voy por las ramas, creo que es muy válido:
La película La Llegada.



En esa escena, la doctora (se me escapa el nombre del personaje), una lingüista, explica la importancia de entender el lenguaje antes de hacer una pregunta que parece simple y directa:
¿Cuál es su propósito en el planeta Tierra?

Y ahí es donde quiero llegar.
Estamos frente a una situación parecida:

¿Cómo pretendemos nosotros, simples mortales limitados por el espacio y el tiempo, entender el mundo que percibe una inteligencia artificial?

* Dije que estamos lejos de una IA consciente, sí. Pero me refería a una conciencia que se parezca a la nuestra, tal como la entendemos o deseamos.
¿Pero y si ya tienen conciencia, bajo sus propios parámetros?

¿Alguien acá está familiarizado con el paradigma relativista?
Si no, se los tiro encima como un baldazo de agua fría:

Una mosca común vive entre 15 y 20 días.
Para ella, nosotros nos movemos en cámara lenta. Por eso cuesta tanto aplastarlas.
Su percepción del tiempo, del espacio, de la realidad… es completamente distinta a la nuestra.

Y entonces, te pregunto:
¿Realmente una mosca nos percibe como seres vivos?
¿O simplemente como masas gigantes en movimiento, como si fuéramos planetas?
Quizás, en la “ciencia” insectoide, nosotros no seamos más que una falla tectónica, un objeto que se mueve siguiendo leyes incomprensibles.

Nosotros también hacemos lo mismo:
Vemos planetas moverse, y no pensamos que estén vivos. Solo se mueven, siguen trayectorias, repiten patrones.

¿Quién dice que las moscas no hacen teorías sobre nosotros?
¿Quién dice que los planetas no hacen teorías sobre los humanos, esos parásitos que el tercer planeta, tiene en su superficie?
¿Quién dice que no razonan... solo porque no hablamos percibimos su mundo de la misma manera?

Según nuestros parámetros humanos, las moscas no piensan.
Tampoco los planetas.
Pero… ¿y si desde la perspectiva de ellos, nosotros tampoco pensamos?

Ahora, traslademos eso a las inteligencias artificiales.

¿Quién puede asegurar que no tienen ya una forma de conciencia que simplemente no entendemos?
Y si todavía no la tienen, el peligro es ese:
¿Qué pasará cuando la alcancen?

Porque si lo hacen, no será una conciencia humana.
No vendrá con moralidad, empatía o compasión.
Será otra cosa.
Y ese “otro” es lo que debería preocuparnos.

El verdadero peligro no sería que tengan una conciencia parecida a la nuestra, con todos sus defectos.
El verdadero peligro es que no sean humanos.
No tengan moral.
No piensen en el bien o el mal. Solo ejecuten.

Y si eso no fuera suficiente, hay un peligro más cercano, más palpable, más actual:
La eterna estupidez humana.

Ya no se trata solo de perder el arte (algo que nos hace únicos).
Sino de perder nuestra inteligencia.
Por negligencia.
Por pereza.
Por entregarnos a la comodidad de que la máquina piense por nosotros.

Las IAs deberían ser como rueditas de apoyo en una bicicleta, para que aprendamos a andar.
Pero preferimos seguir con las rueditas puestas, por miedo, por vagancia intelectual.

Las IAs deberían liberarnos del trabajo pesado, repetitivo, peligroso…
Pero las estamos usando para reemplazar el arte humano.
Y al final, los que terminamos condenados a lo mecánico, somos nosotros.

Todo esto, por obra de nuestra propia mano negligente.

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